jueves, abril 16, 2009

I'm not there [Biyumoviereviews 1]


Aunqe Tana no tenga ni idea, es en gran medida su culpa que yo haya bebido esta película. Sería el año 2006 y no se me ocurría mejor cosa en esa época que leer y traducir manga shojo a montones, cuando me crucé con una de las obras maestras de nuestro tiempo: Paradise Kiss de Yazawa Ai [2000-2004]. No me extenderé mucho en las cosas que me gustaron del manga, tal vez la mención algo idiota del Arashi Nagase así todo retruPunX y la personalidad de Yukari. La edición que yo leía había sido solamente escaneada: La traducción era de una editorial argentina, IVREA. El editor había decidido hacer reseñas de las influencias de Yazawa, cuando me choqué con una peli qe me parecía haber visto antes: Velvet Goldmine, especie de biopic de Bowie y de Iggy Pop. El editor mencionaba: "Fuerte impresión en Ai Yazawa [sic], que marcó severamente el personaje de Jouji, a medida de Brian Slade." Alguna vez la estudiante de derecho me dijo que ciertos manerismos míos le recordaban a Jouji así que decidí conocer un poco más del tema.

En esa época, Haynes estaba concentrado en una de esas películas que toman diez años en concebirse, siete años en filmarse, y todo el futuro para ser consideradas perfectas. Seguí de una manera enfermiza el desarrollo de ésta. Comienza luego del fracaso de ventas de Velvet Goldmine, episodios depresivos para Todd. Lo estándar en esta vida, marcada por objetivos que acaban siempre dándote un coletazo en la cara, lastimándote. Mucho tiempo él consideró que Velvet sería su obra maestra, aquella por la cual sería recordado; el error de Todd es simple, visto en perspectiva: Planear tu obra maestra es lo peor que puedes hacer; no está en nosotros saber cuando algo que hicimos será una obra maestra, sólo hacer lo mejor que se pueda, aquello que se pueda tener el placer de llamar hijos nuestros. El caso de Björk con It's, oh, so quiet es ejemplar.



La energía tras la película es el propio Dylan, o mejor dicho, la idea que tiene Todd de él. "Encontré el rechazo de Dylan de ser etiquetado como un solo ser en una sola voz como la clave de su libertad. Y de algún modo, Dylan escapó a este proceso de quedarse congelado siendo una persona." La idea no es nueva, ni mucho menos revolucionaria; tantos nenitos y nenitas, en busca de su originalidad, han clamado muchas veces "Soy único, soy tantas personas a la vez, desde muy chico he tenido la impresión de ser uno y varios al mismo tiempo", pero, siendo realistas, uno no puede tragarse la idea de que el Renato de las 6:15 sea diferente al Renato de las 6:16, como menciona Zampanò, no importa de qué ángulo lo veas, la carne es incapaz de mostrarte esa originalidad e inherente capacidad multifacética. Simplemente no se puede. Por otro lado, el biopic estándar no convence a Haynes. "Una película biográfica está siempre tejiendo estos momentos tan conocidos con estos momentos de los que no sabemos. Ray Charles en el piano, Ray Charles en casa. La vida es más que eso." Si se puede añadir algo a su afirmación, considero La vida de Fray Jose Mojica, de actor y de sacerdote. Édith Piaf, en un accidente de auto y luego en la soledad de la ancianidad. En verdad, la vida es más que eso. Haynes continúa: "Dylan creó una nueva identidad en cada paso de ese camino a crear una nueva identidad." Fue el momento para Todd; I'm not there había sido concebida.



"Si un filme existiera, en la que la amplitud y el flujo de una vida creativa pudieran ser experimentados, un filme que pudiera abrirse, a diferencia de consolidar lo que creemos saber al entrar a la sala de cine, jamás podría estar en el arco de la narrativa maestra. La estructura de tal filme tendría que ser fragmentada, con numerosas aperturas y multitud de voces, con su estrategia principal siendo la refracción, no la condensación. Imagina un filme astillado en siete rostros diferentes -viejos, jóvenes, mujeres, niños- cada uno concebido como espacios de una sola vida."

Esta chispa creativa de Haynes es ambiciosa. Podemos remontarnos quizá al Rashomon de Kurosawa, aunque quizás en un nivel puramente descriptivo. Mientras que Akira pone los cuatro puntos de vista de un sólo suceso, Todd plantea los varios sucesos en un punto de vista particular para cada uno. Quizás Identity, de James Mangol, pero la comparación es más sutil de lo que se podría creer a primera vista.

Mucho se ha dicho de la actuación de Cate Blanchett en esta película. A pesar de lo mucho que admiro a Blanchett, el Dylan que más me interesó fue el de Heath Ledger: Un Dylan realizado, ebrio de fama, ebrio de felicidad. Gainsbourg es perfecta en ese rol de intrusa, intrusa a la que te acercas, intrusa que se te acerca, intrusa que te presenta la felicidad o algo que si no es felicidad seguramente se le parece; intrusa de la que finalmente te separas, pues tal es la lógica consecuencia de relaciones como ésta, relaciones en general. Ledger bien puede ser tomado como el peor Dylan: Misógino, mujeriego, ebrio, mentiroso, absorbido por sí mismo. Yo no creo en redenciones, al menos no como la que se muestra en la película, el divorcio amistoso, la separación bien entendida, los hijos en tenencia compartida. Ledger se enamora, Ledger se realiza, Ledger es cruel, Ledger sufre por su estupidez, Ledger finalmente encuentra la tranquila paz de saberse un éxito completo por un lado, un fracaso total por el otro. Ledger tiene cierto aire a Lorena.



Cerca del final, cuando Richard Gere [el Dylan otoñal] está mencionando "si te dicen que te veas a ti mismo; no les hagas caso", se encuentra con Marcus Carl Franklin [el primer Dylan]. En este breve encuentro, una suerte de guiño para la audiencia, veo yo la conexión con Identity.

Veo también un argumento, que puede considerarse como influencia total de la película. Haynes nos muestra siete rostros de Dylan, siete momentos diferentes, cruzándose en el tiempo, más no en el espacio, salvo por un breve momento, en las últimas escenas, y sólo entre dos personajes. Yo propongo, sabiendo que todos nos despertamos siendo alguien y nos vamos a dormir siendo otro, el irreal encuentro de cinco personas, con rostros diferentes, pero que sean todas el mismo, único sujeto. Que tengan encuentros entre sí, historias románticas, historias estúpidas, salidas al cine, paseos de medianoche por la avenida Ejército, que se peleen y formen amistades duraderas, que se emborrachen en la plaza de Armas, en una discoteca de la Dolores, que salgan de viaje a otras ciudades, escapando [pero ésto no lo saben, y es más literal que metafórico] de sí mismos.

Biyuinfo!
- Es un desdoblamiento curioso, cambiar la sucesión de uno en el tiempo, por la superposición de cinco en el espacio. Quizás ese fue mi propósito, al escribir algunas historias. Quizás no sólo ese.

jueves, abril 09, 2009

Like a Rolling Sandra [Historias de San Valentín Parte 5]

















Y cuando me subí al bus, amor, sentí, Sandra emprende un nuevo viaje, más incierto que los anteriores. Siempre que tomaba un bus yo sentía esa frase en mi cabeza, un millón de gracias al Pistero Rufino y al frenólogo escocés. Me los imaginaba a veces, sabes? Jaja. Golpeándose en medio de la arena del norte de Bahía, desolación completa, y la carretera durante esa noche ayudaba en esa idea. Pero tendría que explicarte un poco lo que pasó antes. El 14 le colgué el teléfono a Antón [él no entendió, y seguro ni se dio cuenta] y decidí salir a caminar un poco, sola. Es decir, cuáles eran mis alternativas? Podía elegir sentirme mal, claro, pero el secreto estaba en esa frase: Significaba que también podía elegir sentirme bien. Intenté convencerme del placer de la elección, pastillas de viagra para una elección saludable, elección de monumentos a los miles de mártires de nuestra historia republicana, y eso, mi cabeza divagando, esquivando el tema. No tenía cigarrillos y era lo menos literario posible, amén de mis pantalones pitillo y mi vincha fresaza, así que me metí a la primera tienda que encontré en la Ejército, una botillería asquerosa como pocas, y no imaginarías mi sorpresa al encontrarme a Lorena ahí. Sí, ahí, pobre niñita, la primera vez que lo hacía, me imagino, haciendo su colita con una cara de idiota sorprendente, tenía una bolsa en su mano izquierda... si yo fuera un poquito más inteligente habría salido disparada sin mirar atrás, pero no, siempre he sido la misma estúpida, así que solté un "Holas Lore... qué haces por aquí?". Ten en cuenta la situación, eran las dos de la mañana, noche cerrada. Sólo yo ando por ahí a esa hora, claro, por el pan, siempre.

Y mejor hubiera sido si no decía ni jota, definitivamente, pero cómo darme cuenta entonces. Lore estaba histérica, te lo juro, sus palabras eran algo así como "Maldita cerda asquerosa, mentirosa, yo defendiendo nuestra amistad a capa y espada y vas y..." y yo estaba toda "Dios mío, la historia se repite como nunca, esta cojuda se ve i-g-u-a-l-i-t-a a mi madre puteándome". No podía ni empezar a decirle mis excusas. No podía ni empezar a verla de otro modo, porque seguramente yo elegiría sentirme mal y ahí el acabose, no pienso volver a eso. Nunca, nunca, amor, me entiendes, nunca, nunca. Me largué antes de que pudiera siquiera ver los Hamilton o ella continuar con sus shopping madrugador, creo que me lanzó algo porque sonó como un vidrio roto o algo por ahí a mis espaldas. Corrí más rápido, no miré para atrás.

Después de todo esta es mi ciudad, no? Nada que temer, no te preocupes, salir a esa hora no tiene nada, lo peor que puede pasarte es acabar en una comisaría y entre eso y la vida en casa, bueno, ya se ve que tanta diferencia no existe. Entonces, cuando estaba recuperando el aliento, me dije "Sandra, ahora es cuando. Ahora es cuando." Y el ahora, eso es un asunto que se lo puedes encajar a Antón sin demasiado lío, ya verás con qué te sale, el pasado y el futuro no existen y blablablabla, se me ocurre que perdí feo cuando se me ocurrió regalarle ese libro de Chesterton cuando éramos más mocosos, pero en fin, de eso no quieres que te cuente, no? Jajaja. Al tema, sí. Luego de la escenita con Lore me imaginé que ya el maricón de su novio le habría dicho todo, así que muy complicado no era ver el resto de la figura. Y, obvio, la idiota va y decide emborracharse y seguro fingir otro intento de suicidio, me dan no sé qué, le dije varias veces "Para cuando el flequillo tapando tus ojos ah? Porque los cortes en la muñeca ya son suficientes para pasar por emo..." "Vete a la mierda". Le encanta decirme que me fuera por ahí, visitara su casa y cosas así.

En todo caso, no era mi problema. No más, al menos... Pero quién te quita esa sensación de error, de equivocación completa, parece que todo este verano lo pasamos como estúpidos, en nuestros pequeños e idiotas juegos, y llegar a considerarse... no sé, a veces pienso que actúo como actúo sólo porque prefiero eso a darme cuenta que ya tengo 20 años y no he hecho nada con mi vida. Coloqué mi emepecero en shuffle [así mismo ipod] y empecé a cantar una de los New York Dolls, apenas me enteré que venían a Perú [aunque sólo a Lima, lástima, y encima de teloneros de los bififtitus, dios] me bajé la discografía completa, sí pues, soy chiqipunk y a mucha honra. Empecé a cantar Personality Crisis y en lo mejor del coro se me ocurre esta idea: Por qué no? Meses y meses de planeamiento y finalmente, por qué no? Ya estaba determinada desde hace semanas. Quiero que comprendas bien; partir es una de mis ideas favoritas desde hace mucho.

Lo vital sería conseguir el dinero, amor, porque hay ciertas distancias que, en fin, son más inciertas que distantes. No tenía idea de cuánto costaría. Otra vez tomé mis TaxiVans [siempre llevándome a todo lado] y derecho a joder a Javier, aunque no estaba seguro de si ya había llegado. Pésima elección, seguía en Lima en medio febrero, pero mira que hay gente idiota. El emepecero estaba full a wanderlust y me imaginé que nunca tanto, peacefully without you. La vieja loca qe pone New Age los domingos en JR con tantos cantos misteriosos de fondo y todo eso me recuerda un poco a Björk... pero yo que sé de esa música. Se me ocurrió que la casa de Antón era EL lugar. Fui.

Naturalmente se hizo el loco. Le conté todo, de pe a pa, y él era igualito a ese tipo del Navidson Record, el hermano gemelo, tirando libros o grabando películas, siempre evitando las palabras correctas, guardando secretos porque sí o porque no. Me intentó disuadir de mil formas, y al final me dio el dinero justo para un viaje de ida y vuelta. "Para garantizar que vuelves en dos días" según él. Me reí un poco, mientras el añadía “Vas a ir con esa ropa?” Y yo “No pienso viajar desnuda, monse, y las cosas se hacen cuando se deben hacer”. Yo creo al cien por ciento en esa frase, pero seguro él no entendió. Nunca entiende, pero que intenta, intenta. Las cosas se hacen cuando se deben hacer, déjame repetirlo.

Permíteme hacer lo que quiera de mi relato. Una puede fallar en mencionar las cosas importantes [mis historias y mis bocetos se quedan en mi libreta casi todo el tiempo, junto a un clip viejo y un botón sin adjetivo] pero en lo que no puedo fallar es en ese sentimiento de liberación que suele acompañar esos actos que tienen significado y que presentimos un poco más… más fuera de una misma, acercándonos a cierta idea que queremos tener de nosotros. Seguro no me captas. Abrázame un poco más fuerte, en lo que te voy contando. Queremos ser cierta idea que tenemos de nosotros, pero casi siempre acabamos siendo la idea que otros tienen de Sandra, sí? No quiero ser eso. Quiero ser todo lo que siento que puedo ser.

Estar en el bus, dormir y despertar en una ciudad completamente ajena. Despertar tan cerca del mar y llamarte y decirte estoy aquí y escuchar tu voz ligeramente sorprendida e intrigada y presentir que la felicidad si no es eso, por lo menos debe parecerse un poco, salir contigo a dar vueltas por esas calles perdidas del centro a la vez que se cuenta una historia, una historia que acaso empieza con “Y cuando me subí al bus, amor…”, y oírte reír un poco, inquieto, dudando de las circunstancias, imaginándote como un capítulo o algo menos en mi vida, unas líneas o renglones; pero no es así. Te juro que no es así.

Supongo que comprendes un poco, ahora, jajaja. Sí, un poco estúpida hacia el final, hmmm, no sé si romántica sea la palabra. Fue un verano asqueroso, francamente. Ah, no te conté, la intermedia, te dije que Javier aún no va a Arequipa, no? Fui a su casa en Lima en lo que salía el otro carro a ver si podía darme algo de dinero y me dijeron que estaba hace un mes en Arequipa. Le dije a su mamá que no, que no estaba. “Qué raro” me dijo. No sé, me parece un poco curioso, a ti no? Antón me contó que estaba jugando en su casa el otro día, el catorce... Bah, seguro se hizo negar cuando fui el otro día, ese idiota se pasa. Oye, mira, ya está atardeciendo, el agua tragándose la bola roja. Olvidémonos un poco de todos ellos, déjame caer en ese olvido que eres algo tú y en ese olvido que puedo ser algo yo.

No, no era mi problema. No más, al menos. Abrázame un poco más.

Biyuinfo!
- Me he tardado porque no encontraba la manera de acabarlo. Es un fin... o algo así, jaja.
- En verdad, me parecía muy confuso el asunto al principio... o sea, qué motivo tendría Lorena para... qué motivo tan idiota.
- Créditos de la foto a elnoos en flickr.
- Like A Rolling Stone!
Ain't it hard when you discover that
He really wasn't where it's at
After he took from you everything he could steal.

miércoles, abril 01, 2009

Pablo lives in a house of leaves [Historias de San Valentín Parte 4]


Pero luego de evitar hábilmente el tema del medicamento de Javier, Pablo decide emborracharse y hablar lo que tanto tiempo viene lastimándolo. Las bandas siguen tocando en ese bar en la avenida Dolores frente al vocalista que está cansado de venir cada sábado al lado del bajista pensando en los exámenes del lunes delante del vendedor de discos que le ha dado una unidad al tipo que vino con la chica y que ahora le empieza a hablar estupideces de Joy Division y una banda Nuá. Pablo empieza a hablar.

- Por las wevas. Mira, las mujeres son...
- Son...?
- Bah, seres estúpidos. Estúpidos, Javi. No saben lo que quieren, no quieren lo que deben, no deben lo que saben. Deja ese vaso un segundo.
- No entiendo nada de nada. Y eso que estamos a la mitad de la jarra, a estas alturas yo ya debería andar iluminado, ah.
- Toma por ejemplo a esa parejita de ahí adelante. La música difícilmente le permitiría a ella escuchar algo, pero de todos modos..
- No son los mismos que hablaban de entrar gratis, Pablín?
- Ah, o sea que encima borrachos. Whatever.
- Qué onda contigo y Lorena ah? Recién llegué ayer, qué pasó?
- Bah. Nada del otro mundo. Una mujer es, por condición natural, una perra. Una perra completa. O sea, mira, pongámonos serios, quieres? Y dejar de dar tantas vueltas, asentar un poco la realidad, cuadrar la silla en su sitio. Antón siempre me jode el día con eso de "eres un idiota por hacerte amigo de los tipos que están con las personas que amas"... pero eso está en ti, no? En ellos, quiero decir. Es tu morbo enfermizo, digo, o sea, el suyo. El de ellos. Recuerdas como fue cuando acabaste con ella, no? Viniste a llorarme, me dijiste "Tienes una canción de Mar de copas? No sabes cuánto la necesito. Te envidio tanto por no tener ese pasado lleno de problemas que tengo yo con Lore".
- Sí, recuerdo eso.
- Nuestra imperiosa necesidad de jodernos la vida! Recuerdas esas tardes alcoholizados, esa noche que te robaron el celular? A mí no me paso nada, jajaja, estúpido.
- También recuerdo eso. Luego vi al tipo que me asaltó, vive a la vuelta de la casa de Antón, alucina.
- Pero bueno, basta de ejercicios mentales, pequeño saltamontes Javier. Basta ya. Este vaso que da vueltas en mis dedos, es el primero en cesar. Me entiendes? Sé que me entiendes. Sé muy bien que me entiendes. Como iba diciendo, no hay valor en el género femenino. Ninguno en lo absoluto. Las ideas de Schopenhauer, comprendes. Misoginia.
- Ajá.
- Pero como yo soy medio misántropo de entrada, y además misógino, resulta que odio una vez al mundo y dos veces a las mujeres, comprendes?
- Ajá.
- Ponte a pensar un poco. Yo sé muy bien que te tenía ganas. Todavía. No te hablo de hace años, te hablo de hace algunos días, o meses. Y tu mentira estúpida, tú "Recién he llegado", eso no se lo cree nadie, ni Argos este perro en el estiércol. Mejor dicho, no es necesario que llegues para estar aquí, ok?
- No.
- Monosilábico estúpido. Estabas aquí cuando no estabas aquí. Era algo así. Cuando hablaba con ella estabas ahí, de un modo que me gustaría llamar indefinible pero en verdad es terriblemente simple. Como necesitarte en una especie de triángulo, sí?
- Necesitarme... Oye, creo que quizá...
- Que he tomado mucho, Javi? Vivo en una casa de hojas, eso no lo entiendes, quisiera que pasara por tu cabeza. Sé muy bien que te tenía ganas, todavía. Igualmente tú a ella, pero ella estaba conmigo y tú no estabas con nadie. Hay una carta que ella te escribió, en la navidad del año pasado... Pero creo que me estoy adelantando.
- Nunca me mandó ninguna carta.
- Sí, sí. Digamos que fue así. A ti no podría juzgarte, tú me lo dijiste desde hace tiempo, yo sabía eso de ti, tu debilidad, tu obsesión con ella.
- No estoy obsesionado en lo absoluto.
- Jaja, permíteme reírme. Una risa falsa y engañosa, artificiosa, rimosa. Sí?
- De acuerdo.
- A ti no podría juzgarte si algo pasaba. Era ella la que estaría en falta! Para qué mierda iba a tu casa? Para qué mierda se dúa contigo. Me entiendes?
- Es la décima vez que quieres cerciorarte de que entiendo lo que me dices. Sabes, mi doctor dice que cuando una persona...
- Blah, blah, blah. Mientes de nuevo. No hay tal cosa como un doctor, jamás estuviste en una institución, mucho menos internado. Ese es tu problema, esa maldita manía de huirle a la verdad, Javi. Deberías aclarar un poco las cosas con ella, contigo, conmigo, seguir mi línea de pensamiento por ahora, por estos momentos. Por este trago aquí delante.
- Ok. Que sea lo que se te antoje. Imagínate que soy lo que sea que creas.
- No, señor Javier J, eso de convertir a la gente en lo que se te antoje es lo que te gusta hacer a ti. Además, no tienes que aclarar que no pasó nada, para ti no pasó nada pero para mí sí. Al menos no de la manera que a ti se te ocurre que van las cosas. Hubiera sido mejor quizás si hacías algo, si no te quedabas en tu mariconada estándar. Aunque yo contaba con eso. Contaba con que eres un completo cobarde.
- Es mi culpa entonces...? Ni siquiera hay algo que culpar. En verdad no te sigo. Qué quieres decirme?
- No. Toda la culpa es de ella. De ella, de ella. Nunca lo olvidaré. Podré perdonarla, pero no olvidaré nada. Completamente perra. No te conté de las veces que le puso los cuernos a alguien? No te conté de las fotos que vi en su correo electrónico, apenas me dio su contraseña? Por qué es tan estúpida... por qué, si yo la amo. Por eso hice lo que hice.
- Hiciste lo que hiciste?
- Puede parecerte una revelación. Puedes pretender no saber nada, fingir que estás ebrio, como siempre lo haces. Yo sé muy bien que vives pretendiendo ser la sombra de alguien más. Yo lo sé.
- Sí, ajá. La sombra de alguien más. A qué te referías con "Hice lo que hice?"
- No nos adelantemos. Cuando uno está ebrio no puede evitar la repetición de sí mismo, jajaja. Imagina que te hubieras acostado con ella. Imagínate. Imagina que hubieras tenido las bolas para hacerlo, luego de que te dije tantas veces que no te juzgaría por ello, que te dije que debías hacerlo para superar de una vez tu obsesión, que incluso sería mejor porque yo ya tendría algo con qué tenerla retenida. Acuérdate de tantos momentos incómodos los tres juntos en una habitación, en una calle, en una ciudad. Seguramente conociendo la nula autoestima que tiene, ella te hubiera pedido que lo mantengas en secreto, y luego me lo contaría, al cabo de unos meses, llorando. O quizá tú, llorando también.
- Sí.
- No te das cuenta? Algo con qué tenerla a raya. Así me dijo una vez un pata, que vive feliz con su enamorada desde hace años. Y sabes por qué es feliz? Porque la tiene controlada. De vez en cuando va y se tira a alguna pobre estúpida que le tiene ganas. Su flaca también lo hace, pero el truco, EL TRUCO, está en que lo saben pero no lo saben. Comprendes, Javier?
- Absoluta y definitivamente, no. Hablemos de otra cosa. Me da no sé qué esto de hablar de una ex mutua, y cosas así.
- Las cuentas nunca te van a salir. Le mandé una rosa. Le mandé poemas, y te preguntas? Lo hizo cuando todavía había algo entre nosotros, cuando había problemas entre nosotros o lo hizo después? Pero eliges olvidar todo eso. Eliges sencillamente ignorar toda la evidencia, ignorar lo que te dicen otros, ignorar las recomendaciones de tu propia familia, que te dice: Esa mujer es una perra. Pero tú la eliges a ella. Porque la amas. Comprendes?
- No sabes nada de mi familia. No quieres saber lo que me pasó dentro de esa clínica, no quieres...
- Estoy hablando de mí mismo, estúpido. Ignorar tu mejor sentido común, ignorar lo que te dicen los amigos que conoces de años, ignorar las muestras más claras de que, sencillamente, nunca serás suficiente para ella, saber que está contigo esperando estar con alguien más. Ignorarlos absolutamente. No sabes cuanto te odié mientras hipócritamente te consolaba por la pérdida de esa mujer, mientras estaba tirando con ella. Me entiendes? Comprendes?
- En serio, has tomado lo suficiente. Déjalo ahí. Hablemos de algo más, dime si Antón consiguió trabajo nuevo, dime si...
- No, no. Es la historia de siempre con ustedes dos. Siempre cambiando el tema de conversación. Nunca aclaran nada, ustedes dos. Estúpidos. Misoginia. Misojavinia. Jajaja. Ahora, yo ya elegí otra cosa. Eventualmente te la diré, falta tiempo. Pero... y tú qué eliges?

Caminaron un poco por la Dolores a las 3 de la mañana, cruzándose con grupos de idiotas en todos lados, a izquierda y derecha. Javi dijo "Busquemos a los tipos de la San Francisco, a ver si todavía hay alguito". Pablo caminaba cabizbajo, limpiándose de tanto en tanto las lágrimas.

- Y bueno, tuvimos suerte, fuma esto. Te hará mejor, Pablín.
- No, ya no hay nada que lo pueda hacer mejor. No tienes idea de como es esto.
- Creéme, sí tengo idea de cómo es esto.
- Y así la tuvieras, no estás en mi pellejo. No sabes lo que es hacer lo que hice. No sé que será del día de mañana, no sé que será de mí, o qué será de ella.
- Por Lorena ya no te preocupes. Supongo que estará cortándose las muñecas o soplándose pastillas, siempre fue un poco así con ella.
- No es de ella de la que hablo. Déjame en mi casa. Harás eso por tu mejor amigo, no, Javier?
- Sí, sí, vamos a tu casa. Vámonos a la mierda. Irse a todas partes. Irse no soluciona nada, absolutamente nada de nada, y me tardé años para darme cuenta.
- Qué asco.
- Podrás entrar no? Buenas noches, imbécil. Supongo que tuviste un feliz catorce.
- Y eso que no te he contado lo que hice ese día. Buenas noches, Javier. Cuídate.

Biyuinfo!
- Y eso que no te contó lo que hizo ese día, Javi.
- Aunque habría que considerar... jaja.
- Sólo una historia más para acabar con esta mierda de San Valentín. O algo que se le parece.
- Ride on Shooting Star!!!!!!