miércoles, mayo 07, 2008

Una entrada Alegre

A veces, son las 9 de la noche y me conecto al Messenger. Lo hago porque sé que ella se conecta alrededor de esa hora. Discutimos los temas más idiotas, y es la única razón real por la que estoy feliz de tener internet en casa, y vivir solo.

A veces se queda hasta medianoche, y le digo las cosas más absurdas. Me parece que lo son. Me parece que debo decírselo, porque ella es tan magnífica como para leerlo.

Me molesta que no me quiera llamar por mi nombre. El día de hoy fue así. Creo que lo hace a propósito. A ella no le importa si la llamo o no por su nombre. Es como un pajarito, a veces.

Pajarito.

Creo que ya sé como voy a llamarla.

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