miércoles, marzo 25, 2009

Antón ain't no Jeevo [Historias de San Valentín Parte 2]


















Era un pez, un ave, un alga, el agua, tranqila, estancada, flotando, volando. La llamada telefónica lo despertó y apartó muy rápidamente del sueño. Era un dragón, un ave, un algo que volaba, un cielo, un poquito de lluvia perdida. El teléfono sonó más fuerte [o era su impresión?] y se desperezó como pudo, tanteando en la mesa de noche en busca del artilugio de plástico, oh sí, diez números y cinco accesorios, sin olvidar por supuesto la pantalla de cristal que es igualita al abismo, alcanzó a pensar, porque si miras al abismo, el abismo te devuelve la mirada. If you gaze long... Sonó de nuevo y no hubo tiempo de continuar la cita.

- Aló?
- Holas, Antón.
- Holas... sabes qué hora es?
- Jajaja... eh, no. Tarde?
- Dios mío, mujer. Es noche cerrada, deben ser las Tres de la Mañana o algo por ahí.
- Noche cerrada?
- Como si tuvieras el tiempo en tus dedos, uhmmm, cerrando la mano lo estrangulas, lo ahogas. Eso es una noche cerrada.
- Podría ser un mediodía cerrado.
- Un mediodía criollo!
- Criollo significa cerrado?
- Eso explicaría porque la comida de las picanterías siempre me cae tan mal. La música criolla que está de fondo me cierra, comprendes.

Se rieron buenamente, los dos. Cierta distancia salvada por el celular. Una especie de rito de saludo, una manera de decirse, "Sí, estoy aquí." Aunque aquí podía referirse a muchas, muchas cosas, indudablemente era aquí.

- Bueno, y a qué se debe el honor de tu voz a esta hora, ah?
- Estoy aburrida y no puedo dormir.
- No puedo dormir y es por una aburrida.
- Jajaja, imbécil.
- Cómo están tus pies? Los diez dedos completos?
- Déjame ver... sí, choche, los diez completos.
- Hmmm, ya que el problema no son los dedos, continuemos, tus piernas están en su sitio?
- No, creo que estoy completa. Aunque me corté el pelo, eso no cuenta, no?
- A ver, Sand-Rex, estás bien? No se me ocurren muchas maneras de quitarte el aburrimiento a esta hora.
- Sí... bueno, más o menos.

Eso significaba, pensó Antón, que algo malo había pasado. "Más o menos", no se puede ser más obvia. Día de San Valentín de mierda.

- Qué tal tu catorce, ah?
- Catorce?
- Ya sabes, el catorce...
- Ah, todo bien, trabajando...
- Trabajando.
- A varias chicas del trabajo les dieron rosas, sabes?
- Sí? Rosas? Qué románticos.
- Sí, le mandaron rosas a dos de las chicas de caja, a una de las de planta, y a otra de administración.
- Parece un día lleno de emociones. Y tú, qué tal lo pasaste?
- Más o menos.
- A qué hora saliste de tu chamba?
- A las diez. De ahí me fui a mi casa, y bueno, de ahí te llamé a ti.
- Como pasaron San Valentín en tu casa?
- Los amigos de mi hermanito jodieron todo, como de costumbre. Le encanta llegar borracho.

Él ya estaba completamente desperezado, pero aún así seguía sin entender qué diablos quería decir Sandra y no lo hacía. Le parecía como que algo... algo ahí, algo, pues. No entendía.

- Bueno, quizá como contrapeso de tu... eh, "emocionante" catorce, yo lo pasé jugando toda la tarde.
- Sí?
- Recontra monse. Aproveché que Javier volvió y me quedé a acampar en su casa toda la tarde y parte de la noche. Luego nos pusimos a ver videos idiotas en youtube, lo he traumado con Wendy Sulca.
- Jajaja.
- El más triste y nerd, yo. Toda la tarde con las portátiles, peleándonos por ver quien subía más rápido de nivel. Toda la noche, él tapándose los ojos, muerto de la risa.
- Su viejo no te dijo nada, no?
- Sobre qué? Ah, ya sé, no, no, para nada, ya está mejor.
- Estará tomando sus pastillas.
- Supongo.
- Y...?
- Otra vez el incómodo silencio, o algo así?
- No, bueno, me parece que tú lo pasaste mejor.
- Mejor, esa palabrita nadie sabe qué podrá significar. Diferente, nada más.
- Diferente. Diferente en vez de mejor, Antón.
- Ah? De qué hablas?
- No, no me hagas caso. Son cosas que pasan. Oye...
- Qué cosa?
- Qué apreciarías más? Una persona que es mala pero que se esfuerza por ser buena o alguien que es buena ya desde el principio?

Antón meditó el tiempo suficiente como para saber a qué se refería.

- Creo que el impacto, la impresión que te deja una persona que cambia su manera de ser es muy fuerte. Pero indudablemente en una podrás confiar siempre, y en la otra te quedará la duda de "si fue malo antes, puede volver a serlo". Entiendes?
- Sí, pero también dudaría de la que fue buena siempre.
- Ah?
- No me hagas caso. Son cosas que pasan.
- Bueeeeeno, no entiendo. Sin embargo, parece que mi nefasto objetivo se ha cumplido. Ya tienes sueño, no?
- Sí, sí, ya te dejo dormir.
- No, no quise decir eso, habla nomás.
- Bueno, también tengo sueño.
- Nefasto objetivo cumplido.
- Sí, eh...
- Espera, espera, antes de irte, cómo lo digo... Mañana, bueno, o sea, hoy, domingo, hasta qué hora trabajas, Sandra?
- No sé. Estoy viendo si puedo retirarme de la chamba temprano mañana. Mejor el lunes, ya?
- Ah, ya, uhm, comprendo.
- Duerme bien eh... Gracias por responder.
- Jaja... no entiendo, pero, gracias por llamar.

Dejó el celular sobre la mesa y se puso a pensar un poco, mientras miraba el techo. Un par de horas antes ella había enviado un mensaje de texto. "Feliz Día de San Valentín eh..." Lorena le contó que también lo había recibido, o sea que se lo mandó a todo el mundo. Estaría bien ella? No lo había entendido entonces, y lo entendía menos ahora. If you gaze long into the abyss, the abyss gazes back into you. Ah, era eso. Nieztche, le pareció decirse, mientras se hundía en la inconsciencia nuevamente, pensando antes de dormir, en que el tiempo tal vez era algo que además de destrozable, además de molesto, de meterse en cada decisión que tomaba, era algo que tampoco entendería, así como no comprendía mensajes de texto torcidos, llamadas de noches cerradas, y tantos días, uno detrás de otro. Se acordó de la navidad, hace un par de meses había sido navidad, y todo el embrollo espantoso de la detención policial del año anterior aún quedaba en su recuerdo, justamente por la inconsciente de Sand-rex, bañándose a las 4 de la mañana en la pileta de la plaza. Esta navidad la pasó de viaje, Antón. O era el año nuevo? El sueño no le dejó terminar el recuerdo.

Biyuinfo!

- La foto es algo así como la ambientación previa. Algo así.
- Son cosas que pasan. Con todo lo que esa palabreja signifique.
- Por supuesto, esta entrada fue escrita under the influence. La influencia de Qypthone, quiero decir :D

2 comentarios:

Thiago dijo...

Me gusta tu historia, te inspiras en gente que conoces realmente?

Sebastián dijo...

Como no le dije alguna vez a mi hermana, de qué más se puede inspirar uno? Escribir es ser alquimista y ya, cambiando situaciones, cambiando escenarios, cambiando nombres, cambiar una cosa por otra... Una gitana y un tipo pueden recordarme a una niña y un tipo de pelo azabache, y viceversa. Comprendes. Saca la máscara y ya. Sólo te verás reflejado en ti mismo. De eso hablaba Dick, en A Scanner Darkly "Las cosas que escribes, lo que dibujas, lo que creas, todas esas son el escáner. Y qué ve el escáner? O sea, que ve? Dentro de mi cabeza? Al fondo de mi corazón? Me mira claramente... u obscuramente?"

"Qué tan adecuado es el retrato que hago de mí mismo, mi visión idealizada? Qué tan cercano a la realidad es? Tengo control completo. Los personajes, la historia, el ambiente. Sin límites. Y si lo que escribo es mi escáner, que es lo que ve? Me ve claramente... u obscuramente?"


Does it see me clearly... or darkly?