jueves, setiembre 28, 2006

Choteado--T_T

Este relato es +o- de hace 9 meses. Lo escribí poco después de ver uno de esos informes de violadores y esas cosas. Ah, no es casualidad q la víctima se llame Lorena ^_^ A veces es mejor matar a tus propios personajes!

Atada
Lo más importante de toda la vida de Lorena (y la mía, ya en ese punto totalmente asimilada) fueron los días en los que nos conocimos, vivimos y morimos (algunos), naturalmente, de forma prematura. Tal vez mi memoria no guarde todos los recuerdos que quisiera tener de ella, o tal vez sean demasiados, errores frecuentemente cometidos por mis héroes de fotonovelas, de los cuales quizá me ocupe más adelante.
Salí a las cuatro de la mañana, a visitar a mi amigo. Me había llamado el día anterior, informándome emocionado de su última adquisición, su nueva pieza. Lamenté terriblemente que fueran las once de la noche y no tener todavía la edad adecuada para callejeadas grises. Es por eso que le pedí permiso a mi papá el mismo viernes (me da la autorización un día antes, dependiendo de la luna y de las ppm de alcohol que tenga en el cuerpo en ese instante). Me puse mi bufanda, las botas y la chompa blanca que mi madre tejió y posiblemente no vio y apresuré el paso hacia la casa de mi amigo.
Inútil será tratar de darle un poco de coherencia a ese primer día de mi vida con Lorena -probablemente no la tenga en absoluto-. Golpear esa puerta metálica era, como siempre, algo así como un relámpago de sabiduría al cerebro, y preguntarse siempre porque nunca arreglaba su timbre, y responderse (lógicamente) que era porque esta casa en realidad no necesita el timbre, pues la puerta se justifica.
Me recibió con una sonrisa de oreja a oreja (si tal existe), y me guió por millones de callejones que tantas veces en mis sueños he visto, y abrió todas las puertas existentes en el mundo. ¿Recordamos acaso que infinito es en realidad catorce? Esas ideas tan no nuestras que inevitablemente recuerdas, y tienes que borrar todas las líneas que has escrito y empezar de nuevo, pero sólo una vez que ya olvidaste en qué pensabas. Hmmm... Muy poco poético el hecho de que en este siglo tengas que borrar las líneas y empezar de nuevo, en vez de tirar las hojas a la papelera, en actitud simplemente Dostoievskiana.
Cuando pasamos mil montañas y cien abismos (en el momento en el que yo ya empezaba a preguntarme a qué tanto secreto, a qué tanto miedo a que nos vieran, a qué esconder su tesoro detrás de tantos fosos), al fin pude ver el final del camino... una puerta metálica. Tontamente recordé que ésta tampoco tenía timbre, pero que no importaba porque era metálica.
No tengo pasta de escritor, pero haré mi mejor esfuerzo. Al abrir la puerta, vi la cama con Lorena encima. Ya está, ya lo dije. ¿Por qué incluir figuras absurdas y redundantes, cuando sabemos que en realidad lo que encontré fue una muchacha atada a una cama?¿Necesario es, acaso, falsear una realidad tan simple y olible?
Habría esperado, tratándose de alguien a quien conozco ya tanto tiempo, que la hubiera sometido con sogas, en un precioso catre con barrotes de fierro atrás y adelante, simplemente diseñados para esta clase de situaciones. Pero era totally surprising que Javi hubiera elegido seguros metálicos y esa cama sin bordes, ni almohadas, ni nada para su huésped. No entiendo aún porque lo hizo, a pesar de que luego (o antes) me explicó que en el país es mil veces más fácil conseguir esa decoración, falseando un título de loquero, que intentar conseguir un poco de soga, no teniendo cuerpo de andinista. Los seguros (pues otro nombre no sé darle) protegían sus brazos y piernas, dándole una extraña apariencia de misil o cohete de carne, con los brazos pegados al cuerpo y la cabeza colgándole, como muñeco triste.
-¿Ya está muerta?
-No. Pero podría estarlo. ¿Le has dado de comer últimamente? ¿Desde cuándo la tienes?
-Una pregunta por guión. Primero: Si fueras un poco más observador te darías cuenta del suero que tiene por el brazo izquierdo.
-...
-Y segundo: Ya está aquí tres días.
Cuando le recriminé su egoísmo y su falta de compañerismo al no querer compartir a semejante tesoro , él se rió.
-¿Ya has...? Tú sabes de qué hablo, ¿Ya la hiciste...?
-¿Si ya la hice qué? Es lamentable tu poca voluntad para expresar tus pensamientos. Pero qué me crees, ¿un monaguillo para ni mirarla o un samaritano para darte un poco? Es obvio que mil años ha ella ha ido al séptimo infierno.
En efecto, el foco que colgaba del techo no alcanzaba a ocultar (¿Y como lo haría? Sabiendo que fue colocado específicamente ahí para regocijarnos más) la ropa ya rota, con agujeros en todas partes, muestra patente de la bestialidad a la que puede llevarnos el deseo. Unas manchas en el pantalón y aquel olor inconfundible me confirmaron que la violencia había sido llevada a cabo aquí, y a partir de ahí nada más que una tortura incesante. Me acerqué un poco y revisé su cara. Un punto para Javi, mi estimada Lorena no tenía moretones en ningún lado. No pude reprimir mi curiosidad y miré más de cerca esos párpados cerrados, que contenían como esmeraldas recién sacadas de Tierra, y por tanto, más perfectas, más secretas. Casi inmediatamente urdí un plan para liberar a Lorena y cuidarla, protegerla, lejos, muy lejos de aquí.
Los planes perfectos están destinados a tener fallas. Todos lo sabemos. A pesar de saber de las macabras costumbres de Javi, nunca pensé que llegaría a aplicarle el tratamiento a una chica que conocíamos (aunque ella nunca nos conoció) y de la que quizá, estábamos enamorados. "Debí suponer que ese pasatiempo acabaría en esto, desearía aconsejarle a Javi que no pasara a la práctica de las ideas". Porque ésa era sencillamente su perdición: Poner en práctica lo que está destinado a ser escrito por fracasados morbosos y con mucha hambre, pues sólo eso te llevaría a poner al papel a los monstruos de la razón.
Todo empezó (antes, antes) cuando nos compramos nuestra primera cámara. El saber que podríamos, ver el retrato de la vida, no pensamos demasiado en como acabaría esto. El primer asesinato no tardó en llegar, ni mucho en ser olvidado. Sería acaso ¿una niña con sueños, o acaso una without a soul que vemos tan frecuentemente por la calle? Quizá nunca llegue a saberlo. Para cuando yo entré por la metálica, y recordé que no tenía timbre, pero que no importaba, y ya estaba Javi sobre ella, tomándole fotos en ángulos imposibles, abriendo esas piernitas (hasta entonces) impúberes, ajeno al griterío y los mocos o babas que provenían de la muñeca. Cuando me le quedé mirando, sin decir nada, él se detuvo. Recuerdo claramente sus palabras: "¿Qué ocurre?¿Acaso no es esto lo que tanto tiempo estuvimos soñando? ¿A qué el silencio?". También recuerdo mi reacción. No pienso decirla.
Para la segunda vez, no fue el azar lo que me llevó a identificar la mano de Javi. Estaba leyendo el periódico de los sábados (que no existe), cuando me enteré de la noticia: Ola de secuestros en Lima, ¡proteja a sus hijas! Aunque no sé si el término secuestros corresponda: quizá el diario debió colocar "raptos", porque hasta donde sé, el secuestrador espera dinero a cambio del mueble. Javi nunca esperó nada más que el placer de las modelos, y la satisfacción de sus cadáveres en el río. Al principio no me precupó en lo absoluto que trajera tantas y tantas chicas de tan diversos lugares (colegios, academias, oficinas, hospitales, nidos, parroquias, asilos). Total, ninguna de las implicadas era algo así como que me importara un céntimo, y mientras los complejos de Javi existieran no había problema alguno. Pero todo eso habría de cambiar: Lorena.
Nunca supe que métodos utilizaba, y los medios tampoco tenían ni idea, pues había evadido a la policía y a los familiares. Esto último no tiene mucho mérito, pues no pocos fueron los quemados en esa época, sospechosos de ser Javi. Él se reía al contármelo. "Fíjate que ayer me quemaron en el Cono Norte" o "Mira qué suerte, justo ayer me salvé de ser linchado en Miraflores, pero no me salvé de quedarme sin descendencia". Buenamente nos reíamos los dos al sabernos intocables y eternos.
A Lorena yo la conocí del otro lado de un lente. Puedes decir que yo se la presenté a Javi, confiado en que nada malo (todo) podría ocurrir. Javi no cabía en sí de gozo, y yo tampoco. Ella, corderito que bala feliz sin saber que el asesino viene a por él, seguía pasando todos los días frente a mi casa. Esperaba y esperaba en mi ventana, segundos, minutos, horas.Un día ella me miró. Es quizá una de las mejores fotos que puedo tener en mi colección. Dos rocas de colores únicos mirando el lente, sonriendo al saberse capturada en el tiempo, inmortal para nosotros. No mucho después Javi me contó su plan.
Los planes que Javi y yo solemos hacer son sólo eso, planes. Me parece una completa tontería poner los plans en práctica: ya sé que Javi no comparte mi opinión ¿Ya lo he dicho antes?. Cuando acabó el monólogo sobre el cuidadosamente elaborado rapto nos reímos como sólo nosotros podemos reírnos. Eso fue tres días antes de.
Detengo el relato. Lorena despierta y mira aterrada su cuerpo, su ropa, el cuarto, mis ojos. Instante eterno. El grito. Mierda, la puerta está aún abierta. Javi, cierra la puerta mientras yo le tapo la boca. Calla, puta, nadie te ha pedido que gimas de nuevo, aún no es hora. Javi, qué mierda esperas, alguien puede haber oído. Tú te has buscado el golpe, te dije que te callaras. Carajo, qué mierda espera Javier. ¡Cierra la boca! Al fin, gracias por tardarte medio minuto, en dónde diablos has dejado el cerebro, Javi. Ya, ya, tranquilo, mi pequeño corderito, nadie te quiere hacer daño. Grita todo lo que quieras. Nadie puede oírte ahora. Ja. Es gracioso. Siento que mis tímpanos pueden reventar y tú sigues llorando. No te esfuerces, te harás estigmas si te frotas así con los seguros, Lore. ¿Puedo llamarte Lore, supongo? Me llamo Sebastián. ¿Cómo dices? ¿Que me recuerdas?
Tres horas más tarde, salgo de mi sótano. Ahora mismo debe de estar dormida, pero uno nunca sabe cuánto demorará el sueño. Una suerte completa mi puerta metálica, me parece, Javi. ¡Vamos, no te quedes callado! Ah, casi lo olvidaba, discúlpame, no sé dónde dejo mis pensamientos. Ahora es mi turno de ser Javi.

Los gritos siguen retumbando en el sótano de Sebastián. La desesperación más absoluta se ha apoderado hace ya tres días de Lorena. No puede evitar comer (el suero), no puede evitar estar consciente por instantes (¿alguna vez has utilizado un somnífero?), no puede evitar sentir el dolor. Un dolor no sólo físico, sino espiritual. Espiritual. Ella (piensa?) en ese muchacho que vive frente a su casa, aquél que la fotografiaba y aquél por quién pasaba todos los días a la misma hora. Sólo le queda un silencio para gritar. La cámara en la esquina sigue ronroneando, suavemente.

Bueno, y se supone q el lector tenía q inferir q Javi y Sebastián eran la mimsa (transtornada) persona. Varios de mis amigos leyeron esta historia y cómo no dedujeron nada, supongo q no me salió :P. En fin, al menos ahora q releo todo esto me doy cuenta de porque escribo ahora menos q antes. Puede hacer daño.

Biyu weekly update!
- Leyendo mucho maaaaaanga:! Midori no Hibi, Fullmetal Alchemist, Gantz, Paradise Kiss, Dr. Slump, (N-cha!) Ah mis ojos!!!
- Choteado! Bueno será para otra semana...
- Todo el mundo se debe vestir de verde!!! Seríamos como elfos!

Escuchando: Christina Rosenvinge - Alguien que cuide de mí.

No hay comentarios.: